Mérida

«LABERINTO: anatomía del presente»

Laberinto: anatomía del presente es una arriesgada puesta en escena de un texto que podría enmarcarse dentro del thriller psicológico, aún a sabiendas de la dificultad que este tipo de clasificiones entraña, porque es, a la vez, muchas cosas más. De un lado, nos encontramos con un argumento, reconocible por el público, que mantendrá la tensión hasta el final. Los personajes, al menos de ellos, son aparentemente normales, personas que viven ahogándose en una culpa que nadie sabe. Creen llevar una vida normal, pero están muertos en vida y no lo saben. Eso, junto al hecho de que apenas se relacionan con nadie, les da la capacidad, lo mismo que los dioses, de poder narrar el presente. De otro, cuando esos personajes hablan de sus vidas, hablan del pasado; pero cuando hablan de las nuestras, hablan del presente. Sólo estas almas pueden hacerlo (hablar del presente) porque son almas precisamente, porque no están subyugadas al cuerpo. Los cuerpos son sólo pasado.